En el restaurante La Cava del Chinicuil, el menú de insectos comestibles está integrado por más de una veintena de platillos, desde tacos y quesadillas hasta mixiotes de escamoles y caracol, cuyos costos van de 12 a 180 pesos. Los escamoles pueden cocinarse con pollo, a la mantequilla, a la mexicana e inclusive a la hawaiana, mientras los caracoles se guisan al ajillo, a la mexicana o en caldo. Los más conocidos y más demandados por los clientes de este restaurante son los gusanos de maguey (blancos), los chinicuiles (gusanos rojos que también se dan en estas plantas) y los escamoles, dice Fabiola Morales, una de los chef del local. Esos alimentos son deliciosos, pero también hay otros que son poco conocidos, éstos a base de chicatanas (especie de hormiga) o xamoes (que parecen escarabajos), que también son exquisitos", sostiene la joven especialista en la preparación de gusanos de maguey. Además, preparan una bebida parecida a la michelada, pero elaborada a base de chinicuiles". Se trata de la Chinimex, que no es otra cosa que una combinación de cerveza bien fría y mezcal de chinicuil, servida en un tarro escarchado con sal de ese mismo insecto.